¿QUÉ HEMOS CONSEGUIDO?
A nivel educativo, entre los resultados más beneficiosos para nuestro alumnado está el constatar cómo la relación entre ellos ha ido cambiando: se han puesto de manifiesto valores como el altruismo, el diálogo, el respeto, el compromiso entre alumnos con tanta diferencia de edad como puede ser desde tercero de primaria a segundo de bachillerato. Este proceso se ha podido dar porque el proyecto es transversal tanto en los contenidos de las materias como en las distintas etapas educativas, lo que ha permitido la interacción y colaboración entre los alumnos.
También hemos observado que este tipo de proyectos de compromiso educativo y social (el medio ambiente en este caso) desarrolla en los alumnos un sentimiento de responsabilidad con el entorno que les motiva lo suficiente como para buscar su proyección más allá del colegio, llevándolo a sus casas y entornos sociales. Esto favorece el aprendizaje de competencias del currículo ya que además del aprendizaje declarativo, se desarrolla el procedimental, y en gran medida el actitudinal, puesto que al pasar a la acción se presentan muchas más situaciones a las que hay que ir dando soluciones, lo que genera un interesante proceso de análisis de búsqueda de soluciones y acciones, a veces muy creativas, con las que todos hemos aprendido y evolucionado.
Finalmente, dada la implicación que nuestros chicos y chicas han mostrado, el entusiasmo con el que han trabajado y que han sabido transmitir a sus familiares, autoridades locales e incluso regionales, nos reafirmamos en la convicción de que la educación es la herramienta más poderosa que existe para mover el mundo.

